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              Programa de la asignatura 
                (Cód. 35 )  | 
                
 
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              Correspondiente a la Licenciatura en Relaciones Internacionales  
                (Actualizado: Marzo / Julio, 2012)  | 
               
            
                
                01 Facultad: Derecho y Ciencias Políticas 
                02 Asignatura: Seminario de Práctica Pre Profesional I 
                03 Año lectivo:  2012 
                04 Año de cursada: 4to                                 
                05 Cuatrimestre: 1ero  
                   
                  06 Horas Semanales: 5Hs. 
                07 Profesor: 
                 Subsede Buenos Aires: Dr. Hugo Pérez-Idiart 
                  
                08 Items del perfil que se desarrollarán 
                Examinar, a través de una mirada comprensiva y  comparativa, las políticas a nivel internacional y que el alumno profundice los  conocimientos sobre el constructivismo en Relaciones Internacionales. 
                 
                Que comprenda cabalmente las implicancias del  cambio de paradigma en Relaciones Internacionales y el nuevo abordaje de los  fenómenos internacionales a partir de una mirada más sociológica en su abordaje  desde y dentro de las Ciencias Sociales y el trabajo de campo.  
                 
                Que pueda conocer los fundamentos empíricos y  normativos para entender la política global contemporánea y su relación a las  problemáticas actuales regionales y nacional. La internacionalización de los  Estados subnacionales, así como la globalización política y económica. La  Integración regional. La internacionalización de las empresas públicas y  privadas. La Seguridad Internacional y las   nuevas formas de conflicto. 
                09 Correlativas 
                 
                  Previas:  (30) Seminario- Taller de Integración II       
                  Posteriores: Práctica pre profesional II 
                  
10 Articulación con materias de la  carrera: todas, hasta 2 do. cuatrimestre de  3 año. 
                 
                  11 Objetivos:  
                 
                  Esta asignatura tiene como objetivo específico,  colaborar en la inserción laboral del futuro egresado de la carrera Lic.  en  Relaciones Internacionales de la  Universidad Abierta Interamericana. Para ello será necesario que  el  alumno sea capaz de: 
                  
                
                  - Conocer  la metodología de análisis para las Relaciones Internacionales 
 
                  - Contrastar  diferentes perspectivas teóricas que abordan el conocimiento de la realidad  internacional
 
                  - Entender  sobre las distintas pautas de interrelación en un entorno globalizado y los  distintos niveles de análisis.
 
                  - Entender  sobre el cambio en el Sistema Internacional desde las nuevas teorías.
 
                  - Considerar  la incertidumbre como medio internacional y una variable característica de la  época.
 
                   
                  
12 Unidades de desarrollo de los contenidos:  
  
                Unidad 1: Fin de la guerra Fría y ruptura  epistemológica. Nuevas voces. Fracturas y continuidades. Paradigmas actuales.  Ordenes existentes. El constructivismo y  otras teorías con relación a las problemáticas actuales. La Globalización y sus  nuevos temas de agenda como la   Integración regional, Seguridad Internacional y nuevas formas de  conflicto. Metodología. 
                 
                 
                Unidad 2: La Sociedad Internacional en la era de la  globalización: poder, orden y percepciones. Factores de Poder y de orden.  Agendas internacionales. Violencia, globalización y desarrollo. Pobreza.  
                  
                Unidad 3: Paz y  la Guerra. La Agenda de los Estados a partir del 11-sep. Globalización y  fragmentación. Intervenciones humanitarias como nuevas formas de  intervencionismo. Las guerras asimetricas. Complejos regionales de seguridad.  Las comunidades de seguridad.  
                  
                Unidad 4: Gobernanza global: El carácter económico de  la globalización. La variable social : las sociedades civiles y los nuevos  actores globales. Tendencias predominantes en el siglo XXI. 
                  
                13 Metodología 
                Para alcanzar los objetivos señalados se ha  elaborado un conjunto de tareas tanto grupales como individuales. Las actividades  estarán centradas en clases teóricas y practicas. 
                 
                  El docente explicará los temas teóricos más  complejos o aquellos cuya importancia la cátedra considere relevante destacar.  Es imprescindible que los temas hayan sido previamente conocidos por los  alumnos, a través de la lectura de la bibliografía obligatoria correspondiente  a cada una de las unidades que se desarrollarán en clase. 
                 
                  Se estimulará el debate fundamentado a  partir de la bibliografía abordada y la expresión crítica de los distintos  puntos de vista. 
                  
                Agenda de los encuentros : 
                ver: "Plan de Clases"  
                Discusión sobre la bibliografía que puedan  ser trabajada en las investigaciones a realizar "in situ". 
                  Talleres para solución de dudas e inquietudes. 
                  Controles de las prácticas y de los escritos. 
                             
                  14   Bibliografía  recomendada:  
                ver:   
                  
                15 Procedimiento de evaluación y criterio de promoción: 
Evaluación de Proceso:  
                Dos parciales individuales  orales y/o escritos referidos a informes de avances  y evaluación de las prácticas. 
                Evaluación de Resultados:      
                 
                Los alumnos con promedio entre 10 y 6 acceden al examen  coloquial = examen grupal de no más de 3 alumnos.  Presentación del tema referido exclusivamente  a su práctica pre profesional. 
                 
                 
                Evaluación  individual.  
                Los alumnos con promedio entre 5,99 y 4 rinden examen final  individual.  El docente lo interroga  sobre la totalidad del programa. 
                Los alumnos con promedio 3,99 y 1 rinden examen  recuperatorio de materia (nuevo informe de su práctica pre profesional). Su aprobación -nota mínima 4 (cuatro)- permite rendir el examen final.  | 
               
           
          
            
                
                  
                  
                  
                  
                  
                  
                  
                  
                  
                  
                  
                  
                  
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                      La materia tiene tres ejes relacionados. 
                       En principio, los profesionales de la disciplina deben reconocer los procesos de razonamiento que, en este principio de siglo XXI, están vigentes. A tal fin,  efectuaremos este reconocimiento  analizando las elaboraciones de autores de referencia, algunos documentos que sostienen acontecimientos claves -nuestros 'global problems'- y los propios procesos reflexivos de los participantes del SPP-I.  
                      Una vez que se comprendan los tipos de razonamiento bajo los cuales se sustenta la información que describe y correlaciona los 'issues' de abordaje, nos debemos involucrar en la 'reflexión vivencial' del vocabulario clave que ha sido utilizado en los procesos de razonamiento. 
                      Finalmente, la tríada 'tipos de razonamiento', 'reflexión vivencial' y 'global problems', nos permitirá debatir el 'perspectivismo comparativo' de comunidades etosociales con principios de convivencia no uniformados. y su importancia para la práctica profesional del egresado en RR.II. 
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                ¿Cómo se puede caracterizar el fin de la Guerra Fría? Tal vez, desde las  aproximaciones que suelen diferenciar eventos con indicadores objetivos, se  podría afirmar que la disolución de la URSS (1985-1992) ha delimitado un espacio  reflexivo post-Guerra Fría (Y. H. Ferguson, R. W. Mansbach, 2007; F.  Kratochwil, 2007). Para otros, la simplicidad de esta visión –debido a su  excesivo reduccionismo en cuanto a las categorías que un debate  intraparadigmático selecciona- debe ser superada y complementada con los  aportes de las ciencias de la complejidad (J. Rosenau, 1997 y ver 'Ejercicio  Reflexivo 1'). Por tanto, estamos ante un proceso de continuidad o de ruptura  epistemológica, lo cual involucra cómo pensar y asumir los acontecimientos en  este principio de siglo XXI (R. W. Cox, 2007; S. E. Goddard, D. H. Nexon, 2005;  R. Little, 2209). Nuevas voces plantean la renovación de las ideas (D. Bigo, R. B. J.  Walker, 2007; K. Eder, 2001; Ch. Sylvester, 2007; S. Walt, 1988). ¡Y las ideas  tienen consecuencias...! Más allá de asumirse una visión continuista o rupturista,  los paradigmas heredados nos han dejado un legado inconcluso: delimitar la  noción de orden ante la reconceptualización de poder en la comunidad  internacional (Joseph y Jonathan, 2007; R. N. Lebow, 2009; A. Linklater, 2007;  W. Vrasti, Wanda, 2008; C. Kennedy-Pipe, 2007). La relación entre continuidad y  ruptura epistemológica, inevitablemente, recupera los modelos teóricos que han  sido dominantes durante gran parte del siglo XX (S. Hoffman, 2002) y nos  atrevemos a afirmar, que sus debates han sido adaptativamente adormecedores (A.  Tickner, 2003 y ver' Ejercicio Reflexivo 2', consigna 1). 
                  Hemos planteado en este programa que hay una estrecha relación entre issues y dilemas para los próximos  graduados en Relaciones Internacionales y su práctica profesional deberá tener  en cuenta un manejo estricto de la textualidad –autores y significados-,  contextualidad –aplicación- y entextualidad –compromiso actitudinal- del  vocabulario de la disciplina, vista desde la interacción reflexiva compleja.  Sin duda la metodología, esa esquiva compañera para todo interesado en las relaciones  internacionales, se replantea su vínculo siamés con la epistemología (B. Chen,  C. C. Hwang; L. H. M. Ling, 2009; P. García Picazo, 2004). Estrictamente, hay  modelos teóricos que se van alejando de aquellas teorías que tienden a buscar  la uniformización racional -tratando de explicar o de interpretar lo inter y  transdisciplinario- y van estableciendo algunas aproximaciones conocidas como  reflectivistas (M. Salomón  González, 2001-2; Kepa Sodupe, 2004). Las visiones a partir del constructivismo,  posmodernismo, posestructuralismo, teoría crítica e, incluso, la cuestión de  género, lateralizan -sin descartar algunos de sus principios- el tercer debate  intrateórico –neorealismo, liberalismo institucional-. De este modo se  cuestiona la racionalidad instrumental, los metarelatos emancipatorios  absolutos, la exclusión de actores emergentes que forman parte de las ligaduras  -sociales, religiosas, psicológicas, culturales y etno-antropológicas, como  mínimo- internacionales o la exclusión de la relevancia del discurso para  de(s)construir una realidad que per se puede  ser paradójica. En este panorama, el constructivismo nos aporta material  fecundo para analizar el orden internacional y las nuevas formas de conflicto/cooperación  (M. Finnemore, K. Sikkink, 2001; Ch. Reus-Smit, 2008; A. Wendt; 2009; T. Risse, 2009; M. Zehfuss; 2009;  Michael N. Barnett, 2009); de modo que  trabajaremos su vocabulario reflexivo identificatorio.  
                 ***  | 
                
                  
                  
                 
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                Una vez caracterizada la globalización y sus vínculos  con el intento de reordenamiento post-Guerra Fría, se ha ido planteando el  “cómo pensar vivencialmente” el siglo XXI; es decir, asumir rupturas o  continuidades epistemológicas y metodológicas para abordar los issues actuales y los global problems. Una de los enfoques  tiende a intentar aclarar una observación: “(…) quiero investigar la ironía del  riesgo. Riesgo es ambivalencia. Estar en riesgo es la manera de estar y de  gobernar en el mundo de la modernidad; estar en riesgo global es la condición humana  del comienzo del siglo XXI” (Beck, Ulrich, 2007, p.6). Y  esto se relaciona con que estamos ante una “sociedad del riesgo mundial”, ante  la cual habría tres posiciones: apatía (nihilismo posmoderno), negación (típica  de la modernidad) o transformación (cosmopolitismo) (Ibid., p. 7). Continuando con esta línea de enfoque, se afirma:  “(…) No sólo las cosas cambian sino que además de un modo diferente al que  pensábamos” (Ibid. p. 8). Con lo cual  se intenta responder lo siguiente: ¿Qué hay de nuevo en la sociedad del riesgo  mundial? ¿Hasta qué punto los riesgos globales son una fuerza global en el  presente y en el futuro de la historia mundial, no controlables por nadie pero  que, a su vez, abren nuevas oportunidades de acción para Estados, actores de la  sociedad civil, etc.? y ¿Es necesario un cambio de paradigma en las Ciencias  Sociales?. Se aduce, para responder estas preguntas, que las percepciones del riesgo  mundial se caracterizan por tres rasgos simultáneos: deslocalización, incalculabilidad y no  compensabilidad (Ibid. p.12).  Esta  visión sostiene que se producen nuevas líneas de conflicto, acompañando a  los problemas de encuentro intercultural y religioso. Restaría discutir si  -asumiendo-   en una comunidad internacional bajo  riesgo, la incertidumbre es el combustible reflexivo dominante, es correcto asegurar lo siguiente: “La  radicalización de la modernidad genera esta ironía fundamental del riesgo: la  ciencia, el Estado y el ejército se están convirtiendo en parte de un problema  que -supuestamente- deberían resolver. Esto es lo que significa la “modernidad  reflexiva”: no vivimos en un mundo postmoderno, sino en un mundo más-moderno”  (Ibid., p.19). Esto, a su vez, nos  advierte sobre la necesidad o posibilidad del cosmopolitismo, evitando un  nacionalismo metodológico (Ibid., p.  30) y trabajar sobre una sociología cosmopolita; no obstante, tal vez esto es  limitar el marco de las relaciones internacionales en base a un necesario  criterio reflexivo y complejo. En la Unidad I se observó que han habido cambios  profundos en el modelo mundial de producción del sistema capitalista, en especial  se afirma que “(…)  Esa nueva economía no se basaba,  ni entonces ni ahora, en una abundancia irracional sino en la combinación  sinérgica entre las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación,  el desarrollo de redes de actividades comerciales, y la expansión mundial de  mercados y talentos. Una nueva ola de innovación tecnológica, en ingeniería  genética, telefonía móvil y tecnología WAP (Wireless Application Protocole)  para Internet, en nanotecnología, materiales biológicos para procesar la  información, y nuevas fuentes de energía, parece estar a punto de desencadenar  otro círculo virtuoso de creación de riqueza e ingeniosidad técnica” (M.  Castells, 2001, p. 1) (1).  Los problemas del modelo financiero global, las tensiones geopolíticas y la incertidumbre en la vida  diaria son fuente de inestabilidad y “ponen de manifiesto la fragilidad de los  cimientos de la innovación, la globalización y la creatividad. ¿Cuál es el  origen de esta fragilidad? En primer lugar, la volatilidad financiera” (Ibid.); la segunda fuente de inestabilidad radica en el  creciente desequilibrio entre crecimiento económico y sostenibilidad del medio  ambiente, que se deriva de tres razones principales: aceleración del  crecimiento económico a escala planetaria que afecta a todos los ecosistemas de la  Tierra, persistencia de la pobreza y avances tecnológicos  como los de la ingeniería genética -en general-   (Ibid., p. 2). Estos problemas  evidencian que existen contradicciones estructurales en el sistema  tecnoeconómico emergente y que conocemos ahora como sociedad de la red global,  que acaban expresándose en los movimientos sociales y en los conflictos  políticos (Ibid., p. 3). Entre los  más preocupantes se encuentran los fundamentalismos y el terrorismo, puesto que  disminuyen la confianza y las expectativas respecto a las instituciones  vigentes y el peligro real es que estas fuentes de inestabilidad converjan  entre sí. Como se puede ir observando, la comunidad internacional se enfrenta a  una reconsideración de las disciplinas que ayudan a comprender la complejidad  de las interacciones de los actores que participan y de la reconceptualización  del poder que se encuentra involucrado para estudiar el orden mundial. Para  algunos autores se plantea un debate entre los valores que configuran el poder  en el siglo XXI, tal es el caso de China –con la noción de “sociedad  armoniosa”-, de EE.UU. con su multilateralismo diferenciado -conquistar el futuro/liderazgo global -según la fórmula de B. Obama en enero de 2011- y las visiones de pragmatismo intervencionista (Bush, 'tea-party')  (2),  del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), de  la UE, del Grupo de los 20, entre otros. Para el caso chino, la agenda  internacional debe resolver un tema específico de la globalización, como lo es  el de los valores universales; en caso que existan, ¿cuáles son y cómo pueden  afectar el ordenamiento internacional? Sin duda es un tópico derivado del  cuestionamiento epistemológico a la tradición heredada en Occidente (ver Unidad  I). Desde un panorama, se afirma que “la geoestrategia actual se debate  en dos marcos distintos. Unos sitúan el nuevo orden mundial en un contexto de  postguerra fría, otros en un contexto postcolonialista, en el cual “Occidente”  habla de un “choque de civilizaciones” que pone en peligro el “fin de la  historia” alcanzado por las sociedades herederas de los “valores universales”  de la Ilustración europea” (S. Golem, 2003, p. 1). Un argumento es que, ante un  mundo tan peligroso y de tipo hobbeseano, es indudable la importancia de EE.UU.  como gendarme global y, por tanto, de los valores que difunde; para otros esto  no es más que una continuidad poscolonial pero a nivel universal: imperialismo  posmoderno –aunque suene contradictorio- (3) . De  este modo, hay distintos paradigmas en competencia. Por un lado “el paradigma  que ha marcado las teorías geoestratégicas de los EEUU y de la OTAN ha sido el  concepto de la Guerra Fría, de la contención del comunismo, visto como una gran  amenaza a la herencia común de la Ilustración, a cualquier precio. (…) Otro  paradigma que sirve para analizar la situación geopolítica actual es el  paradigma del postcolonialismo, que forma parte de un proceso histórico de más  larga duración,” (Ibid., p. 11) (4) . La cuestión  básica fundamental es porqué son incompatibles estas dos visiones del ordenamiento  mundial. Un tercer panorama paradigmático es el de la postmodernidad, que representaría un modelo distinto  y alternativo a la modernidad. En su inter-relación, este es  el marco teórico que permite plantear la visión de China, lo cual involucra  –por defecto- las visiones de otros actores para reconfigurar el orden  internacional y la percepción que poseen. Para China, la historia es uno de los  ejes, en particular la inserción de los jesuitas y luego de empresas  coloniales. Luego de Mao, se afirma: “Deng y sus sucesores tipifican la segunda  tendencia. Después de la muerte de Mao pusieron en marcha una política de kaifeng, de  apertura económica, sobre la base de un  pragmatismo político y el intento de crear un “mercado libre con  características socialistas”. Donde Mao había dicho ‘mejor rojo que experto’,  Deng replicó ‘no importa si el gato es blanco o negro mientras cace ratones’.  Aunque Deng proclamó ‘enriquecerse es glorioso’, también insistió en que la  economía china y su sociedad deben ser como ‘un pájaro en una jaula’, pueden  entrar los aires del exterior, pero el pájaro no puede escapar de la jaula” (Ibid., p. 17). La paradoja es evidente,  por un lado se plantea la vigencia de un “capitalismo confuciano” frente a un  “capitalismo protestante” (Max Weber). La idea subyacente al encuentro –o no-  de valores es que existen otros sistemas de valores, tal como lo ha estudiado Amartya  Sen (5) :  se pueden llegar a los mismos valores universales por medio de otros sistemas  de valores, como los asiáticos, que provienen de distintas fuentes (hinduísta,  budista, musulmán, confuciano); incluso, en el caso hispano-latinoamericano,  los de las etnias aymará o queschua en el altiplano andino u otras de las distintas  regiones americanas. De este modo, “El rechazo de los valores “occidentales”  como universales hecho por las sociedades “orientales” responde más al proceso  postcolonialista. Responde a un proceso semiótico: no representa un análisis de  los contenidos específicos de los valores propuestos, sino una reacción contra  la fuente que los proclama universales. 
                Se contrasta el contenido idealista de los valores  proclamados con la realidad del comportamiento de quienes los proclaman.” (Ibid., p. 18). Resulta interesante  estudiar y analizar los trece constituyentes de los valores asiáticos que  configuraron el desarrollo  de los NICs  (New Industrialized Countries) y la réplica a los mismos que efectuó Occidente  (Ibid., p. 23); con lo cual no es  sorprendente que hayan surgido dos escuelas epistemológicas en China en la  última década del siglo XX: Compartimos: “(…) han florecido dos nuevas escuelas  de pensamiento chino: houxiandai zhuyi (postmodernismo) y houzhimin zhuyi (postcolonialismo).  Su popularidad ha favorecido la creación de un nuevo término que las combina en  una sola tendencia: houxue (estudios “post”)” (Ibid., p. 14).  Tal vez la  síntesis de las visiones enfrentadas en cuanto al orden internacional, las  percepciones que poseen los actores y en cuáles son los factores de poder  esenciales, puede observarse en el siguiente comentario: “En el discurso de los  líderes políticos se encuentra una forma paralela del debate intelectual y  teórico sobre la postmodernidad china. El ministro de Asuntos Exteriores Qiao Shi se opuso a ‘cualquier intento de imponer la propia voluntad o los propios valores a  los demás o de unificar el mundo según un determinado modelo de “civilización” ”  (Ibid., pp. 26-7). Parecería que la  comunidad internacional en la era de la globalización y en su análisis de los  factores de poder,  necesita reconstruir  una agenda internacional tomando en cuenta los riesgos, los desafíos y las  distintas percepciones que poseen los actores en relación a lo que se ha  heredado del siglo XX y a los issues actuales. Se habla de alianza de civilizaciones (Fernando Vallespín,  2005) (6) , de  cosmopolitismo y –entre otros- de la reconfiguración del Estado como actor eje  del ordenamiento global (Alex Maroya, 2003) (7).  En este último caso, uno de los puntos más delicados y vitales es la noción de  frontera (V. Kolossov, 2005) (8),  puesto que dimensiona la geopolítica –incluyendo como elemento del poder lo  cultural- (Phil Kelly, 2006) con un vocabulario más fecundo e inclusivo que en  etapas anteriores en base a la perspectiva de estar conformándose una sociedad  multiétnica (G. Sartori, 2001) (9).  En todos los autores articulados en torno al glosario que transporta la globalización,  existen algunos temas que son orientadores en esta transición entre el s. XX y  el S. XXI: el desarrollo, la violencia y la pobreza. El desarrollo será  abordado en la Unidad IV junto a la gobernabilidad global; por tanto nos  focalizaremos en los otros dos conceptos. En este contexto, la violencia se  inter-relaciona con las identidades (Étienne Balibar, 2003) y esto, a su vez, con las  fronteras. Por tanto, en la globalización, proceso en el cual relacionamos issues y dilemas para analizar las paradojas  presentes en este principio de siglo XXI, deberíamos intentar -al menos- definir  qué es una frontera. Habría tres aspectos que se destacan en lo que se  considera “frontera”: la sobredeterminación (le da significado a los límites  jurídicos establecidos entre unidades políticas, como en el caso de las  fronteras nacionales o fronteras imperiales); la polisemia (no hay un sentido  único y universal revelando un double-bind, como es el caso tipo de circulación de las personas); heterogeneidad y  ubicuidad (las fronteras ya no están en las 'fronteras': hay frontera donde hay  controles, por ejemplo en lo sanitario o seguridad pública –el biopoder de  Foucault- y da una nueva ubicuidad). El problema radica en 'quién' ejercerá un  control democrático sobre los controladores de las fronteras (Ibid., pp. 77-86); de este modo, la  violencia no es solo un término fusionado a la competencia por el poder; puesto  que en la globalización, el contrapoder es, también, un constituyente  ideacional de la violencia que se expresa en distintos niveles de crueldad (Ibid., pp. 101-120). Pero también se  correlaciona positivamente la violencia con la identidad y la pobreza (Amartya  Sen, 2008), vinculando dos aproximaciones dominantes para aquellos que estudian  la sociedad global. Por un lado las teorías basadas en las culturas de las  comunidades políticas –antagonismos entre identidades colectivas- y, por el  otro, teorías basadas en la política económica de la relación poder/desigualdad,  que hacen hincapié en los factores exclusivamente económicos de la pobreza y la  desigualdad. Hay, según el autor, otros factores que le quitan el sesgo  reduccionista a ambas propuestas, como los de tipo religioso, las nacionalidades  o los culturales. Se postula que el acoplamiento entre identidades culturales y  la pobreza,  incrementan lo significante  de la desigualdad y puede conducir a la violencia. De este modo, las aproximaciones que intentan explicar la violencia deberían evitar  programas de investigación aislacionistas, que son los que intentan  exclusivamente dar cuenta de la violencia en base la desigualdad social, la  privación en el acceso a los recursos o en base a factores culturales e  identitarios (10)                 
                 (1) La sociedad-red es la estructura social característica de la edad de la  información, como tentativamente se la ha identificado con investigaciones  empíricas trans-culturales. Mientras las redes son viejas formas de  organización social, las mismas están ahora potenciadas por las nuevas  tecnologías de la información, de modo que simultáneamente involucran una  descentralización de la toma de decisiones (M. Castells, 2000). Para  profundizar, se puede consultar el texto de A. Trimidad, V. Carrero y J. R.  Soriano (2007). Teoría fundamentada,  CIS, Nro. 37. 
                
                  
                    (2) Nos basamos en las estrategias de Seguridad Nacional  presentadas al Congreso de EE..UU. en 2002, 2006 y la más reciente, junio de  2010. 
                     
                  
                    (3) Según Sean Golem, varios autores están en  esta línea argumentativa, entre otros Robert Kaplan y Francis Fukuyama que se  basan en la Ilustración. 
                     
                  
                    (4) El autor de referencia más destacado que  analiza en forma comparativa es  Edward Said. (1990). Orientalismo, Madrid:  Libertarias-Prodhufi, 1990; 
                     
                  
                    (5) Se trabajará en la Unidad IV 
                     
                   
                
                  
                    (6) El autor  plantea que habría dos respuestas distintas al conflicto intercultural de este issue (pp. 6-8): el paradigma del Choque  de las Civilizaciones y el paradigma de Alianza de Civilizaciones. Ambos  delimitan serios problemas: ¿Cómo establecer entre quiénes se establecerán las  alianzas? (p. 8) ¿Es posible resolver conflictos identitarios? ¿En torno a qué  principios habría de organizarse el acuerdo? (p. 9) ¿Es posible globalizar la  democracia? (p. 10) 
                     
                  
                    (7) Los trabajaremos en la Unidad III. 
                     
                  
                  
                    (9) G. Sartori nos aporta un texto breve pero sustancioso.  Nuevamente está en análisis a qué denominamos “sociedad abierta”,  la vigencia en la misma del pluralismo y la  tolerancia y, por lo menos, distinguir tres niveles de análisis: a) pluralismo  como creencia, b) pluralismo social y c) pluralismo político (p. 31). Todos  estos conceptos se vinculan con el consenso; con lo cual es necesario delimitar  las características básicas de una comunidad pluralista en la que se encuentran  el multiculturalismo del extranjero, del inmigrante, del que transporta otras  creencias y principios identitarios. 
                     
                   
                
                  
                    (10) Otros trabajos de Amartya Sen giran en torno a la  razón, la identidad y la violencia, para profundizar consultar la Conferencia  pronunciada en la Universidad de Oxford, como parte de las Romanes Lecture, el  17 de noviembre de 1998: “La razón antes que la identidad” o  su Identity  and Violence: The Illusion of Destiny, New Delhi, Penguin Books, 2006 (hay  versión en español por Ed. Katz, Bs.As.). 
                     
                   
                  
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                III  | 
                
                La paz y la guerra están presentes en la  noción de violencia y, en general, siempre hay -eufemísticamente hablando-  daños colaterales; es decir, la dramática muerte de no combatientes. Luego de  S-11 las agendas de seguridad de los Estados fueron readaptadas y se instaló,  definitivamente, el terrorismo y la asimetría en las relaciones de poder como  tópico de estudio. Por un lado, deberíamos actualizar la noción de guerra y,  particularmente, la llamada ‘guerra justa’: “Es más, las guerras 'entre'  naciones con mayor frecuencia han sido reemplazadas por guerras 'dentro' de las  naciones. El resurgimiento de conflictos étnicos o sectarios; el aumento de  movimientos secesionistas; las insurgencias y los Estados fallidos -todos estos  asuntos progresivamente han atrapado a civiles en un caos interminable-. En las  guerras de hoy, mueren muchos más civiles que soldados; se siembran las  semillas de conflictos futuros, las economías se destruyen, las sociedades  civiles se parten en pedazos, se acumulan refugiados y los niños quedan  marcados de por vida. No traigo hoy una solución definitiva a los problemas de  la guerra, Lo que sí sé es que hacerles frente a este desafío requerirá la  misma visión, arduo esfuerzo y perseverancia de aquellos hombres y mujeres que  actuaron tan audazmente hace varias décadas. Y requerirá que repensemos la  noción guerra justa y los imperativos de una paz justa” (B. Obama, 2009). De  modo que hay un desafío respecto al lenguaje utilizado en el pasado para  comprender los acontecimientos de este principio de siglo y uno de los tópicos  más universales es la violencia.  
                En particular, un espacio en el cual es  claramente visible su importancia se encuentra -reiteramos- en las cuestiones  de frontera. Si nos basamos en referencias universales, las fronteras pueden  ser vistas como partes exteriores o bordes que revelan límites o confines  ('border'), como zona fronteriza o territorialidad en o junto a una frontera  ('borderland'), como línea divisoria o demarcatoria ('borderline') (11), como un  espacio puesto o colocado en-frente ('frontería, frontero') (12). Se puede considerar  a la frontera como un sitio de encuentro de relatos geopolíticos y literarios,  historiográficos y antropológicos: “(...) En la frontera hay varias historias  entremezcladas. Una habla de los territorios estatales, espacios imaginados o  diseñados como potencialmente bélicos; espacios de contacto liminar de la  expansión de la soberanía tanto como de la ciudadanía, límites de la represión  y de los derechos” (13). Sin duda la globalización tiene algo que decir, según  hemos visto en la Unidad I y II, y las características mencionadas en la unidad  anterior (insubordinación y sobredeterminación, polisemia y heterogeneidad) no  han podido evitar la crueldad como categoría explícita de la violencia y nos  obliga a volver a conceptualizarla en una visión descontructivista (Ibid., p.  106); lo cual no es sólo analizar el poder sino, en simultaneidad, el  contrapoder (Ibid., p. 108). Por tanto, una vez introducidos en el estudio de  una dialéctica del poder, debemos descifrar los enigmas de la crueldad en las  relaciones internacionales (Ibid., pp. 110-120). Si en las fronteras  encontramos distintas voces, la relación dialéctica poder/contrapoder nos  interroga acerca de la asimetría entre los actores que intervienen mediante  interacciones de alta complejidad. Uno de los 'issues' que forman parte de los ‘global  problems’ es el terrorismo; si bien no ha sido consensuada una definición  universal del tópico, se ha propuesto -sin embargo- una tipología del mismo (E.  Stepanova, 2009, pp. 22-28) (14) fijando criterios para una definición:  objetivos políticos, civiles tomados como objetivo directo de la violencia y  naturaleza asimétrica (Ibid., pp. 28-31). En base a esto, se sostiene una  visión del conflicto asimétrico; remarcando las asimetrías de poder y las de  condicionalidad, con lo cual estaríamos en presencia de una doble asimetría, que nos  aleja de la frontera como lugar determinante, vinculando lo intra e  interestatal por la interacción entre actores no sólo no estatales sino redes  de alcance transnacional (Ibid., pp. 31-38). Pero, en las agendas de los  Estados, mediadas por la ONU, se ha planteado debatir una ‘alianza de  civilizaciones’ (F. Vallespín, 2005) (15) a los fines de evitar, entre otras  evidencias, la fragmentación de la comunidad internacional. Aparentemente, se  observa que “En la ciencia social contemporánea se ha generalizado la idea de  que la principal fuente de la conflictividad política, en nuestros días, se ha  desplazado desde el moderno paradigma de la distribución al posmoderno  paradigma del reconocimiento. O, lo que es lo mismo, que el debate en torno a  la distribución de bienes económicos u otros bienes sociales más generales no  constituye ya el núcleo del conflicto político. Éste se concentra ahora sobre  cuestiones que tiene mucho más que ver con los problemas identitarios” (Ibid.,  p. 6). El paradigma del ‘choque de civilizaciones’ posee algunas tesis básicas  y está en contraposición con el paradigma de la ‘alianza de civilizaciones’ y  hay algunos interrogantes que son fecundos para ser analizados: ¿Entre qué  actores se ha de establecer la alianza? ¿Es posible resolver los conflictos?  ¿En torno a qué principios habría de organizarse el acuerdo? (Ibid., pp. 8-10).  En esta instancia, es necesario recuperar otras visiones paradigmáticas y que  se encuentran al interior del conocido ‘cuarto debate’, la controversia entre  racionalistas y reflectivistas; en particular, el ritmo reflexivo parece estar  orientado por el constructivismo (K. Eder, 2001). Una visión debe establecerse  en alguno de los ejes ontológicos, ¿adoptamos una postura holística o  individualista? (K. Sodupe, 2004, pp. 63-71) (16). Como ejemplo que posee una  actualidad terminante, el cambio climático global es un ‘issue’ que eslabona  lo transdisciplinario, para lo cual hay que determinar ‘cuál es el problema  central’, ‘la lectura que se adopta en cuanto a la construcción social de la  naturaleza -objetivadora vs. constructivista-’; y esto replantea la “posición”  desde el cual el ‘observador’ -modelo cognitivo u operativo- se posicionará (K.  Eder, op. cit., p. 44-52). Puede resultar imprescindible relacionar la guerra,  paz, violencia, fronteras y conflictos asimétricos con los ‘global problems’,  como en el caso del terrorismo o el cambio climático global; pero se observa  como una actitud reflexiva muy reduccionista, retomar los principios que  sustentaron el tercer debate paradigmático en las relaciones internacionales.  Es por eso que se sostiene la necesidad de incluir otras disciplinas y la  enorme responsabilidad del futuro profesional de un graduado en relaciones  internacionales para comprometerse; tal vez, el paradigma de la complejidad  –Unidad I- aporte lo que falta o ayude a incorporar lo excluido, pero constituye  un desafío. Si se lo acepta, los ‘issues’ mencionados –entre otros- interpelan  la seguridad en todos sus ámbitos de reconocimiento, sea a nivel individual  –seguridad humana-, etosocial -ecosistémica-, colectiva –‘global problems’-,  nacional/regional -interdoméstico- y nuclear –violencia extrema masiva-. Por  tanto, los estudios de seguridad replantean la geopolítica, requiriendo  incorporar un abordaje de lo geocultural, tal como se profundizará en la Unidad  IV. Uno de los trabajos más importantes se encuentra en los pensadores de la  Escuela de Copenhague (en adelante: EC) que fueron influidos por el llamado  ‘giro lingüístico’; es decir, la relevancia que posee estudiar el lenguaje. Por  un lado, el individuo necesita continuamente disponer de seguridad al interior  de un Estado pero, a su vez, la subjetividad de los mismos, cuando se expresa a  nivel colectivo, se enfrenta con la presencia de actores que poseen dominio de  estructuras de legitimación de la violencia. Cuando hay específicos problemas  sociales, es necesario ‘limpiar’ el contenido del término seguridad,  desplazando la intervención política o militar –‘seguritización’-. Para la EC,  la referencia del concepto seguridad debe ser especificada; desde el campo  neorealista se la vincula con la territorialidad de un Estado; es decir,  priorizar los intereses nacionales. En cambio, el constructivismo da como  referente a la identidad social que, en definitiva, es la que ‘cementa’ la  articulación de contradicciones en una comunidad; por tanto, a nivel de sistema  internacional, éste no será una preconfiguración fija sino resultado de la  construcción de los actores sociales: la seguridad colectiva es posible y la  anarquía no es un constituyente potencial del orden internacional (G. A. Orozco  Restrepo, 2006, p. 146). En otras palabras y siguiendo a la teoría crítica, no  es el Estado el único referente de la seguridad, puesto que hay otros actores  que poseen sus propios intereses en relación a la seguridad. En este sentido  hay varios modelos que abordan al individuo y al Estado, y se los reconoce como  los modelos del ‘complejo interdependiente o relacional’ –normas y reglas  estables entre Estados-; ´regímenes de seguridad’ –expectativas de un Estado en  base a reglas comunes con otros Estados-; ‘integración’ -cooperación tecnológica  y económica-, ‘seguridad colectiva’ –condiciones estables para la paz entre  Estados, tal como se expresa en la Res. 3314 de la Asamblea General de la ONU  (1974)- y el de la ‘paz democrática’ –democracia global-. Frente a este  panorama, la EC aduce que el fin de la Guerra Fría y el proceso de  globalización superan las propuestas de estos modelos, postulando el modelo de  “complejos de seguridad regional” (Ibid., p. 155). Para esto, reconsidera la  unidad de análisis –rechaza al sistema internacional del neorrealismo- y  propone cinco niveles de análisis: sistema internacional, subsistemas  interdependientes –UE, OPEP-, unidades específicas -Estados u otros-,  subunidades -grupos al interior de unidades- e individuos (Ibid., p. 156). A  los fines de identificar las claves de un complejo se debe tener en cuenta la  disposición de las unidades y sus diferencias, los patrones de  amistad/enemistad y distribución del poder entre las unidades principales,  con lo cual se está en condiciones de evaluar la dinámica del complejo (Ibid.,  p. 157). Estos temas, visiones y autores, nos remiten a la reconsideración de  otros enfoques en relación al poder, la identidad, el cosmopolitismo y la  interculturalidad, que se abordarán en la próxima unidad temática (17). 
  
                
                  (11) Webster’s New Collegiate Dictionary. 
                   
                  
                
                  
                    (12) Diccionario  de la Lengua Española. 
                     
                  
                    (13) Alejandro  Grimson. (2003). “Disputas sobre las fronteras”, en David E. Johnson y Scott  Michaelsen. (2003). Teoría de la  Frontera, Barcelona, Ed. Gedisa,  p.13. 
                     
                   
                
                  
                    (14) Es interesante consultar y comparar con el ‘Informe  del Grupo de Alto Nivel´, p. 49. (ONU, Asamblea General: Res. A/59/565, dic. 2, 2004)  
                     
                  
                    (15) Ver Unidad I, referencia 1-34. 
                     
                  
                    (16) Ver Unidad I, referencia 1-33. 
                    (17) Dejaremos, a este fin, la aproximación efectuada desde la geopolítica crítica, para la Unidad IV (H. Cairo Carou, 2007) 
                    (...) 
                      
                     
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                UNIDAD I  
                Fin de la Guerra Fría y ruptura epistemológica. Nuevas voces. Fracturas y continuidades. Paradigmas actuales. Ordenes existentes. El constructivismo y otras teorías con relación a problemáticas actuales. La globalización y sus nuevos temas de agenda como la integración regional y seguridad internacional. Nuevas formas de conflicto. Metodología. 
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              Bigo, Didier; R.B.J. Walker. (2007) | 
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              Kratochwil, Friedrich. (2007) | 
             
            
                | 
              Chen, Boyu; Ching-Chane Hwang; L.H.M. Ling. (2009) | 
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              Lebow, Richard Ned. (2009) | 
             
            
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              Cox, Robert W. (2007) | 
                | 
              Linklater, Andrew. (2007 | 
             
            
                | 
              Eder, Klaus. (2001) | 
                | 
              Little, Richard. (2009) | 
             
            
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              Ferguson, Yale H.; Richard W. Mansbach. (2007)  | 
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              Hutchings, K. (2008) | 
             
            
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              Finnemore, Martha; Kathryn Sikkink. (2001) | 
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              Reus-Smit, Christian (2008 | 
             
            
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              García Picazo, Paloma. (2004) | 
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              Salomón González, Mónica. (2001-2) | 
             
            
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              García, R. (2005) | 
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              Snyder, Jack. (2004) | 
             
            
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              Guía de Estudio. (2010) | 
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              Sodupe, Kepa. (2004a) | 
             
            
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              Holsti, Ole E.. (s/f) | 
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              Suganami, Hidemi. (2008) | 
             
            
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              Goddard, S. E.; D. H. Nexon. (2005) | 
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              Sylvester, Christine (2007) | 
             
            
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              Joseph, J. (2007) | 
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              Tickner, A. (2003) | 
             
            
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              Kennedy-Pipe, C. (2007) | 
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              Vrasti, W. (2008) | 
             
            
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              Walt, S. (1988) | 
                | 
              Sodupe, Kepa (2004b) | 
             
            
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              Friedman T.- Ramonet, I.(2008 | 
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              Hoffmann, S. (2002a) | 
             
            
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              Hoffmann, S. (2002b) | 
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              Castells, M. (2002) | 
             
            
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              Ball-Gerber (2005) | 
                | 
              Maass (2005) | 
             
            
                | 
              Brown-Ainley (2007) | 
                | 
              Rosenau , J. (1997) | 
             
            
              RESEÑAS:
                  | 
              Ferguson, Yale H.; Richard W. Mansbach. (2007)  | 
                | 
                | 
             
             
           
          
          
            
          
            
                | 
               
           
            
          
            
              UNIDAD II 
                UNIDAD II 
                La sociedad internacional en la era de la globalización: Poder, orden y percepciones. Factores de poder y de orden. Agendas internacionales. Violencia, globalización y desarrollo. Pobreza. 
                   | 
               
            
                | 
              Ayerbe, L. F. (1997) | 
                | 
              Kelly, P. (2006) | 
             
            
                | 
              Beck, U. (2007) | 
                | 
              Kolossov, V. (2005) | 
             
            
                | 
              Thayer, B. A. (2000) | 
                | 
              Golem, S. (2003) | 
             
            
                | 
              Thompson, W. R. (2002) | 
                | 
              Guzzini, S. (2000) | 
             
            
                | 
              Martí I Puig, S. (2001) | 
                | 
              Molina Gallart, N. (2005) | 
             
            
                | 
              Castells, M. (2000) | 
                | 
              O’Neill, K.; J. Balsiger; S. D. VanDeveer (2004) | 
             
            
                | 
              Fukuyama, F. (1988) | 
                | 
              Vallespín, F. (2005) | 
             
            
                | 
              Hill, Ch. (2007) | 
                | 
              Huntington, S. P. (1993) | 
             
            
                | 
              Wendt, A. (1999) | 
                | 
              Wendt, A. (2003) | 
             
            
                | 
              Jönsson, Ch.; J. Tallberg (2002) | 
                | 
              World Economic Forum (2007) | 
             
            
                | 
              Kausch, K.; I. Barreñada (2005) | 
                | 
              Mathews, J. (2002) | 
             
            
                | 
              Samuelson, P. (2008) | 
                | 
              Sartori, G. (2001) | 
             
            
                | 
              Hymans, J. (2002) | 
                | 
              Balibar, É. (2003) | 
             
            
                | 
              Soros, G. (1999) | 
                | 
              Vite Pérez, M.  (2003) | 
             
            
                | 
              Brooks, S. G.; W. C. Wohlforth. (2000/1) | 
                | 
              Fry, G.; J. O’Hagan. (2000) | 
             
            
                | 
              Wilson, R. (2001) | 
                | 
              Brubaker, R.; D.  Latin. (1998) | 
             
            
              | Nota: Las celdas en blanco requieren el pedido al Prof. y especificar objetivos de lectura | 
               
           
            
          
            
                | 
             
           
            
          
            
                
                UNIDAD III  
                Paz y Guerra. La agenda de los Estados a partir del 11 de septiembre. Globalización y fragmentación. Intervenciones humanitarias como nuevas formas de intervencionismo. Las guerras asimétricas. Complejos regionales de seguridad. Las comunidades de seguridad. 
                   | 
               
            
                | 
              ONU-IGAN (2004) | 
                | 
              Migdal, J. S. (2004) | 
             
            
                | 
              Bell, D. (2009) | 
                | 
              Orozco Restrepo, G. (2006 | 
             
            
                | 
              Brunet-Jailly, E. (2005) | 
                | 
              Ó Tuathail, G. (2005) | 
             
            
                | 
              Carou, H. C. (2007) | 
                | 
              Paris, R. (2001) | 
             
            
                | 
              Flint, C.; F. Ghazi-Walid (2004) | 
                | 
              Stepanova, E. (2009) | 
             
            
                | 
              Henriksen, T. H. (2001) | 
                | 
              Richmond, O. P. (2008) | 
             
            
                | 
              King, G.; Ch. J. L. Murray (2001-2) | 
                | 
              Shinko, R. E. (2008) | 
             
            
                | 
              Melander, E. (2009) | 
                | 
              Shiva, V. (1993) | 
             
            
                | 
              Maroya, A. (2003) | 
                | 
              Stritzel, H. (2007) | 
             
            
                | 
              Woodward, S. L. (2004) | 
                | 
              Wight, C. (2009) | 
             
            
                | 
              Hacke, Ch.; J. Pugliern (2007) | 
                | 
              Llobera, J. R. 1999) | 
               
            
                | 
              Peters, G. B. (1998) | 
                | 
              Barber, B. (2004) | 
             
            
              |   | 
             
           
            
          
            
                | 
             
           
            
          
            
                
                UNIDAD IV 
                 
                Gobernanza global. El carácter económico de la globalización. La variable social: las sociedades civiles y los nuevos actores globales. Tendencias predominantes. 
                   | 
               
            
                | 
              Affaya, M. N. E. (2000) | 
                | 
              Duvall, R; L. Varadarajan (2007) | 
             
            
                | 
              Bauman, Z. (2003) | 
                | 
              Olive, L. y otros. (2009) | 
             
            
                | 
              Sen, A. (2002) | 
                | 
              Roustan, J. A. (2001) | 
             
            
                | 
              Zehfuss, M. (2001) | 
                | 
              Alsina, M. (2000) | 
             
            
                | 
              Cobo, R. (2003) | 
                | 
              Sáiz, A. V. (2000) | 
             
            
                | 
              Huddy, L. (2004) | 
                | 
              Sen, A. (1998) | 
             
            
                | 
              Desch, M. C. (1998) | 
                | 
              Swatuk, L A.; P. Vale (2006) | 
             
            
                | 
              Kliksberg, B. (2008) | 
                | 
              Tamaki, T. (2007) | 
             
            
                | 
              Messner, D. (2001 | 
                | 
              Tetreault, D. V. (2008) | 
             
            
                | 
              Nussbaum, M. (1999) | 
                | 
              Walt, S. M. (2005) | 
             
            
                | 
              Nair, S. (2007) | 
                | 
              Mohanty, M. (2000) | 
             
            
                | 
              Bogumil, D. D. (2001). | 
                | 
              Hudson, V. M.; M. W. Sampson III (1999) | 
             
            
                | 
              Zalewski, M. et all. (2008) | 
                | 
                | 
             
            
              LaLa bibliografía de referencia es gentileza de Sage Publication  y no puede utilizarse con valor  comercial. Agradecemos el esfuerzo de esta casa editora, puesto que beneficia ampliamente a los estudiantes y graduados en sus estudios de grado y posgrado.  
Estos 'papers' permiten sostener un necesario debate, a nivel académico, de la actividad profesional entre los que se han comprometido con la disciplina 
                
     | 
             
           
            
          
            
              | EVALUACIONES | 
               
            
                | 
              Parcial | 
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              Autores | 
                | 
              Final Autores | 
                | 
              Clase Final Integradora | 
             
           
            
            
            
          
            
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                    Albert Camus (1913-1960) ( 
                    'La Peste'  | 
                 
               
                " (...) Del puerto oscuro subieron los primeros cohetes de los festejos oficiales. 
                  La ciudad los saludó con una sorda y larga exclamación. Cottard, 
                  Tarrou, aquellos y aquella que Rieux había amado y perdido, todos, 
                  muertos o culpables, estaban olvidados. El viejo tenía razón, los 
                  hombres eran siempre los mismos. Pero esa era su fuerza y su 
                  inocencia y era en eso en lo que, por encima de todo su dolor, Rieux 
                  sentía que se unía a ellos. En medio de los gritos que redoblaban su 
                  fuerza y su duración, que repercutían hasta el pie de la terraza, a 
                  medida que los ramilletes multicolores se elevaban en el cielo, el doctor 
                  Rieux decidió redactar la narración que aquí termina, por no ser de los 
                  que se callan, para testimoniar en favor de los apestados, para dejar por 
                  lo menos un recuerdo de la injusticia y de la violencia que les había sido 
                  hecha y para decir simplemente algo que se aprende en medio de las 
                  plagas: que hay en los hombres más cosas dignas de admiración que de 
                  desprecio. 
                 
                  Pero sabía que, sin embargo, esta crónica no puede ser el relato de la 
                  victoria definitiva. No puede ser más que el testimonio de lo que fue 
                  necesario hacer y que sin duda deberían seguir haciendo contra el terror 
                  y su arma infatigable, a pesar de sus desgarramientos personales, todos 
                  los hombres que, no pudiendo ser santos, se niegan a admitir las plagas 
                  y se esfuerzan, no obstante, en ser médicos. 
                   
                Oyendo los gritos de alegría que subían de la ciudad, Rieux tenía 
                  presente que esta alegría está siempre amenazada. Pues él sabía que 
                  esta muchedumbre dichosa ignoraba lo que se puede leer en los libros, 
                  que el bacilo de la peste no muere ni desaparece jamás, que puede 
                  permanecer durante decenios dormido en los muebles, en la ropa, que 
                  espera pacientemente en las alcobas, en las bodegas, en las maletas, 
                  los pañuelos y los papeles, y que puede llegar un día en que la peste, 
                  para desgracia y enseñanza de los hombres, despierte a sus ratas y las 
                mande a morir en una ciudad dichosa". 
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